Soy neurodivergente. Ese término suena mejor, no habla de transtornos o deficiencias, sino, de capacidades diferentes. Me ayuda a confirmar, pues que no estoy rota, me explica muchas cosas y me da permiso de perdonarme esos que fueron denominados defectos en mi, en mi carácter y forma de ser. Lejos de encasillarme o ponerme trabas, siento que me catapulta y me libera.
Ahora tengo un mejor entendimiento de mi misma, no son defectos, sino síntomas. He sido diagnosticada con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención 314.01 (F90.2) moderado, con presentación combinada (falta de atención e hiperactividad-impulsividad). Y también con: "trastorno del espectro del autismo (299.00 [F84.0]), grado 1, en la comunicación social y en los comportamientos restringidos y repetitivos, sin déficit intelectual ni deterioro del lenguaje acompañante.
El diagnóstico viene acompañado de una seria de recomendaciones que aún no sé bien cómo seguir, pero es una gran promesa para mejorar, para afianzar esa paz que he ido construyendo al lado de mi familia durante ya casi 13 años.
Mi familia entera es Neurodivergente, mi madre, mi padre, mi esposo, mi hijo, yo, la comunicación es un reto, terminar las tareas es un reto, cumplir objetivos es un reto, pero nada es imposible y hemos construido bases sólidas, llenas de amor y respeto, de comprensión. Es una familia en la que todos crecemos y aprendemos constantemente. Sobre nosotros mismos, sobre el mundo y cómo encajar en él.
La mitad del tiempo no entendemos el mundo, ni el actuar de otros, o incluso simples instrucciones, pero, nada nos detiene, siempre hay alternativas, siempre hay oportunidades que nosotros veremos que los otros no y ahí, es donde encajamos, ahí es donde brillamos.
Todo esto se ha dado durante un año convulso, donde hemos concentrado toda nuestra energía en construir nuestra casa, nuestro nuevo hogar, mientras manejamos la enfermedad y muerde de mi padre (luchó contra el cancer de próstata 8 años), la enfermedad de Cancer de seno de mi madre, mi depresión y ansiedad crónica con topping de burn out y sigo paso a paso, avanzando, sanando, liberando, descansando y creando nuevos espacios para descargar; descansar es una necesidad, no un premio.
Vivir en abundancia es cuestión de actitud, de creer, de atraer y saber que todo lo que pides te será dado, pero siempre hay que dar el primer paso. El éxito no es casualidad, es disciplina, es avanzar un paso, medio, 1/4 al día. Los límites nos los ponemos nosotros mismos, así, que todo lo que podamos imaginar, lo podemos lograr y por eso estamos acá, porque nunca pensamos en el "no puedo", sino en: "lo voy logrando"
Nada que vale la pena se logra fácil... una vida feliz no es la excepción.